En una noche repleta de estrellas de la ingeniería, la demarcación murciana del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Telecomunicación y la Asociación de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia de Ingenieros Técnicos de Telecomunicación brillaron con luz propia. El evento, celebrado el pasado 15 de marzo, no fue solo una muestra de camaradería y reconocimiento, sino también un momento de reflexión sobre el futuro de la profesión.
Bajo la representación de su Decano y Presidente, José Antonio López Olmedo, la demarcación asistió a la cena de Hermandad organizada por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de la Región de Murcia, un acto que se ha convertido en una tradición anual de encuentro y celebración de los logros profesionales.
La velada fue testigo de la entrega de distinciones que marcan la diferencia en la comunidad ingenieril. Alfonso García fue honrado como Colegiado de Honor, mientras que Manuel Pardo recibió un cálido reconocimiento por sus 50 años de dedicación y servicio ininterrumpido como funcionario del Colegio. Estos momentos subrayaron la importancia de la trayectoria y el compromiso con la profesión.
En un giro hacia el futuro de la ingeniería técnica industrial, José Antonio Galdón, Presidente del Instituto de Graduados en Ingeniería e Ingenieros Técnicos de España y también murciano, aprovechó la ocasión para reiterar la necesidad de adoptar los estándares europeos de reconocimiento profesional en todas las áreas administrativas. Este llamamiento resuena con la urgencia de actualizar y armonizar las prácticas profesionales a nivel nacional y europeo.
El consejero de economía de la Región, Luis Alberto Marín, presente en el acto, enfatizó la indispensable contribución de la ingeniería al desarrollo acelerado de Murcia. Destacó la labor diaria de los ingenieros técnicos industriales en los distintos sectores productivos como pilar fundamental para el progreso económico y social de la región.
El evento culminó con un acto conmemorativo organizado por el Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales (COITIRM), durante el cual se otorgaron las insignias de oro y plata a los profesionales que han ejercido durante 50 y 25 años, respectivamente. Este gesto simbólico no solo honra la dedicación y el servicio de los ingenieros, sino que también simboliza la transmisión de la antorcha a las nuevas generaciones de profesionales, asegurando así el futuro de la ingeniería técnica industrial en Murcia y en España.
La noche del 15 de marzo fue, sin duda, un reflejo del espíritu de unidad, reconocimiento y aspiración hacia la excelencia que caracteriza a la comunidad de ingenieros técnicos en Murcia. Un recordatorio vibrante de que, juntos, pueden enfrentar los desafíos del futuro con conocimiento, habilidad y compromiso.